CUEVA DE ALTAMIRA
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La cueva de Altamira está situada en el municipio de Antillana del Mar, Cantabria (España), muy cerca de la capital municipal. En ella se conserva uno de los ciclos pictóricos más importantes de la Prehistoria. Su estilo artístico constituye la denominada escuela franco-cantábrica, caracterizada por el realismo de las figuras representadas. En menos de 5 Km. a la redonda se han descubierto varias otras cavidades con arte rupestre, incomparables con Altamira. Contiene pinturas policromas de animales, grabados, pinturas negras, rojas, amarillas y violetas que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Marcelino Sanz de Sautuola descubrió las cuevas en 1879. Las pinturas de Altamira, descubiertas por María Faustina Sanz Rivarola, su hija pequeña, fueron halladas cuando seguía a su perro, que se coló en la cavidad. Fueron el primer conjunto pictórico prehistórico de gran extensión conocido en el momento. Tal descubrimiento determina que el estudio de la cueva y su reconocimiento levantó toda una polémica respecto a los planteamientos aceptados en la ciencia prehistórica del momento. El realismo de sus escenas provocó, al principio, un debate en torno a su autenticidad. Su reconocimiento como una obra artística realizada por hombres del Paleolítico supone un largo proceso en el que, también, se van a ir definiendo los estudios sobre la Prehistoria.
El método del carbono 14 llevó a los investigadores Laming y Leroi-Gurhan a proponer para las pinturas de Altamira una datación entre 15.000 y 12.000 años a.C. Pertenecían, por tanto, al período Magdaleniense III. La cueva de Altamira es relativamente pequeña: sólo tiene 270 metros de longitud. Presenta una estructura sencilla formada por una galería con escasas ramificaciones. Se definen tres zonas: la primera está formada por un vestíbulo amplio, iluminado por la luz natural y fue el lugar preferentemente habitado por generaciones desde comienzos del Paleolítico Superior. La segunda es la gran sala de pinturas polícromas, apodada «Capilla Sixtina del Arte Cuaternario». Finalmente, existen otras salas y corredores en los que también hay manifestaciones artísticas de menor trascendencia.
Las pinturas de Altamira
Gran sala de policromos de Altamira, publicado por M. Sanz de Sautuola en 1880.
Localización - Santillana del Mar (Cantabria)
Datación - Su realización data del periodo 15.000 - 12.000 A. C.
Pigmentos empleados - La pintura está hecha con pigmentos minerales ocres, marrones, amarillentos y rojizos, mezclados con aglutinantes como la grasa animal. El contorno de líneas negras de las figuras se realizó con carbón vegetal. Se aplicaron con los dedos, con algún utensilio a modo de pincel y en ocasiones soplando la pintura a modo de aerógrafo.
Iconografía - Las representaciones rupestres de Altamira podrían ser imágenes de significado religioso, ritos de fertilidad, ceremonias para propiciar la caza o puede interpretarse como la batalla entre dos clanes representados por la cierva y el bisonte.
El animal más representado es el bisonte. Hay 16 ejemplares de diversos tamaños, posturas y técnicas pictóricas. Se observan junto a caballos, ciervos y signos tectiformes. Los artistas de la cueva de Altamira dieron solución a varios de los problemas técnicos que la representación plástica tuvo desde sus orígenes en el Paleolítico. Tales fueron el realismo anatómico, el volumen, el movimiento y la policromía.
Impacto cultural
Varios pintores han sido influidos por las pinturas de la cueva de Altamira. Después de una visita, Picasso exclamó: "Después de Altamira, todo parece decadente". Algunas de las pinturas polícromas de la caverna son estampas bien conocidas dentro de España. El logo utilizado por el gobierno autonómico de Cantabria está basado en uno de los bisontes de la cueva como promoción turística, así como el logotipo de Caja España. El bisonte también ha sido usado por la marca de cigarrillos Bisonte. En 1965 fue creado el personaje Altamiro de la Cueva, que daba nombre al tebeo del mismo nombre. La historia narraba las aventuras de un grupo de hombres prehistóricos de las cavernas, mostrados como gente moderna pero vestidos en taparrabos. La banda de rock Steely Dan compuso una canción titulada The Caves of Altamira en su álbum The royal scam (1976).